TENGO GANAS (Cap.1)

 

Hoy me he decidido a escribir. He buscado 7 email, de las personas con las que me apetece hacer el amor y nunca lo he hecho, las historias son diferentes y no escogidas a vuela pluma, te las contaré, pero no pertenecen a éste capítulo.

 

Estoy deseando que el email venga de vuelta, en algún caso será el silencio, en otras…

 

Buenas noches…


Tengo ganas de tocarte, de saciarme de ti, de empapelarte con mis dedos, con mi lengua, con mis  labios de hacer un papel remozado en tu piel, de saborear el extremo de mis papilas gustativas en el parque de tu cuerpo.

 

Tengo ganas de quitarte la ropa, de dejar de envidiar el aire que respira tu ser, de cambiarte el calor del verano, por la intimidad que despide tu sexo. Tengo ganas de desplazar el sentido contrario de tus bragas cuando se deslizan y visten tus piernas. De hacer de tus tobillos el único piso de alquiler, para la ropa que intimida tu ser, de dejarte sin alas para volar como nunca lo has hecho.

 

Tengo ganas de  hacer de tu sujetador, la alfombra de tu habitación y besar, anudando tu lengua y la mía, el perfil de metal que desabrocho. Tengo ganas de destrozar el hielo que juega con tu cuerpo vestido.

Quiero morir en una sombra, donde nunca lo he hecho, la tuya. No quiero dejar de dibujar tus pezones, una noche, otra oscuridad, una luna, otra cuna y contigo dentro.

 

Tengo ganas de ti, de tu amor, de tus desvelos, de tus sentidos cubriéndome por completo,  tengo ganas, aunque sea un segundo, de devorarte en silencio, a solas con el atardecer y con tanta saliva que moje el infinito que cubre tu sexo.

 

Tengo ganas de besar tus pechos, de quemarlos con mi pasión a sangre y hielo. Tengo ganas de resbalar en tu precipicio, desde tu cuello hasta el fondo de tus pies. Tengo ganas de llegar hasta el aire, invitarlo a pelea y ganarle contigo.

 

Tengo ganas de ofrecerle una caricia a las huellas que tu tanga deja en la configuración compleja, entre tus formas y tu sexo. Tengo ganas de abrazar el amor, cuando me deslizo en la morfología idónea que son mis labios bailando  un tango con tu cuerpo.

  

Tengo ganas de amanecer contigo, de morirme y resucitar, de comerme la humedad de tu líbido, de sentir cada río que fluye con sentido, desde las neuronas de tu mente, hasta el sitio que acabas de conocer y acaba en tus dedos.

 

Tengo ganas de ti, te lo puedo decir menos claro y en verso, pero te quiero tanto y quiero tanto sentir contigo, que no puedo morir sin haberlo hecho.

 

( Continuará )

SUDOKUS O SER HUMANO


Definitivamente me he dejado los sudokus, las sopas de letras y los tetris, ya no ejercito mi mente con psicología barata, me he propuesto metas más altas, y que me ayudan sin salir de casa a adivinar el esperpento humano que tengo a mi alrededor.

 

Es todo más sencillo, como dar una vuelta al parque sin pisar la calle, sin oler a azahar de verano ni a dama de noche, es practicar lo que llaman la licenciatura psicológica. Para ello me he armado de dos potenciales bombas de relojería, animales con mente, con rapidez vertiginosa a la hora de masturbar su cabeza, en busca del orgasmo más íntimo y como medio la cartilla Rubio de la psiquis humana,  como un Corte Inglés de rostros, el "caralibro". 

 

PUNTO UNO

Tomo de referencia pareja X e Y.


PUNTO DOS

X tiene aceptado a Y en su página ,  se aman hasta la extenuación, versiones tan bellas como:

“Eres la gota que colma mi beso”.

“Te quiero a mi lado, o encima... o debajo...”

 

PUNTO TRES

Estudio sus transiciones. Hoy , X ha borrado a Y de su face, aunque no lo ha bloqueado para que no vea sus mensajes subliminales:

“Salió por la puerta llevándoselo todo, incluido el amanecer”.

Y  ha puesto un “Me gusta” a tan maravillosa e imaginativa frase, al mismo tiempo que ha puesto un millón de fotos, donde inventa selfies hasta con la perrita de la vecina en el local más inverosímil y por supuesto,  se apunta a un millón de eventos en los próximos tres días, imposible llegar a todos.

 

PUNTO CUATRO

Han pasado cuatro días, el picor sexual de X va in crescendo al mismo tiempo que su dignidad supera ínfimamente el suelo:

“Cuando me tiendes la mano, se me va la pinza

 

PUNTO CINCO

X ha vuelto a admitir a Y, en su página y en su vida, dos desayunos románticos y dos muestras de música empalagosa, así lo atestiguan.


Llegan los momentos más filo-psicológicos de la pareja carcomida y muerta, desde el inicio:

“Con los años aprendí a ser pesimista por laxitud en la musculatura. Sujetar un vaso medio lleno, pesa mucho más que medio vacío”.

“Mi mundo interior es tan pequeño que sólo tiene una aldea y además está deshabitada”

 

PUNTO SEIS

Cierto, la aldea de X está de nuevo deshabitada, sus piernas desnudas sobre la cama, acompañadas de 38 grados de fiebre testifican un cierre de su vida en pareja.

 

PUNTO SIETE

Mientras, Y no tiene ni puta idea en el lugar que se encuentra. Saca a portada, fotos de la pareja, reivindica su estado solitario y se muere por ser perseguido para volver al redil, el calor del verano aumenta su empeño.


“Manchábamos las sábanas con el carmín de tus labios, con el sudor de los cuerpos enlazados. Ahora la lejía, tan sólo se encarga del rímel que dejaste”

“Por última vez. Te lo diré sólo una vez más. Te quiero. Te quiero. Te quiero.

“Yo confieso. Confieso que quiero seguir pecando de pensamiento, palabra, obra y jamás de omisión. Por tu culpa, por tu culpa, por tu grandísima culpa”.

 

PUNTO OCHO Y EPILOGO

Llevo jugando a este juego un mes y todos los días acierto el estado de la pareja, y cuando van a estar juntos o separados. Lo dicho, donde esté el ser humano, que se quite el tetris, el sudoku y la sopa de letras,  divertido hasta morirse.

 

Karlos@

LA CERTEZA

Hoy he considerado que es el día preciso, para hacerme cierto. Y te preguntarás que es la certeza, pues te explico es la propiedad humana que te acerca más a hacer de la vida,  una cosa sencilla.


He pasado por casa de Andrés, le he dicho que es un imbécil que se casó después que yo le dijera que era el error de su vida, que tiene un hijo con malformaciones por culpa de la bulimia de su ex mujer, esa que le atropelló en el parking de unos grandes almacenes.


 Que le ha reformado el piso a sus dos novias posteriores, a la primera una impresentable, a la que después de cinco años ignoraba el sonido de su voz. Suerte que no se ha suicidado, no hubiera encontrado la bala el centro de gravedad de su cabeza.

Para pasar a la siguiente, le puso los cuernos en el parking del hospital donde trabajaban ambas, la anterior y la próxima. Por supuesto salió en la gaceta interna del periódico hospitalario, consecuencias, unas cuantas líneas rehundidas con punzón en su coche recién estrenado y unas cuantas pintadas en la casa de sus padres, con una ortografía digna de cartilla de RUBIO: “Heres un ijo de puta y un cavronazo”.


De la siguiente, sin comentarios Pocahontas en versión simple, sencilla y llana, plana en todos los sentidos, hasta en la cima que cubrían sus pechos. Su bikini la delataba, no vayas a pensar mal, no suelo ser tan descerebrado como para acostarme con las novias de mis amigos, a menos que sean inteligentes, y las de Andrés, no era ninguna.


A la nueva, le puso suelo, puertas, cocina, un piso a estrenar por ella y el ex marido de su siguiente novia, y van cuatro. En este caso hubo partido de X, Andrés con una trepa de narices, de esas que acarician tirando puñales y objetivos bancarios, y su ex novia Pocahontas, con el ex marido de la trepa, un cuadrilátero amoroso a prueba de los más primarios sentidos.


Pues sí, hoy he practicado ciertamente la verdad directa, esa que duele y jode, pero que luego te deja en un orgasmo infinito y con un peso fuera de tu cuerpo, que pareces haber hecho la dieta del Ramadán con efectos inmediatos.


Creo que hubiera sido más inteligente, por su parte, mandarme a la mierda. Andrés sigue siendo mi amigo, para mí, simplemente un conocido más.


Karlos@

 

ENTRE LETRAS, HIENAS

 

Para Jaime, aquella Nochebuena sería la última. Metido entre papeles, entre noticias de diario y ordenadores, había vagabundeado junto a ejércitos de trepas,  subido a una poltrona, con la virtud de no resbalar, ante un sinfín de zancadillas.

 

Tres meses le habían dado de vida, diagnóstico preciso, real y precoz, 90 días para dejar resuelto todo el tetris montado. Una dirección de periódico, el de más tirada real y virtual de la ciudad y dos subdirectores a elegir, para aguantar el peso del futuro.

 

Jorge, trepa natural, cotilla, misógino e informador interno, había descubierto la liberación sexual de Paula, la otra subdirectora, bella  hasta la extenuación, treinta y seis años. Iniciada como becaria desde los veinticinco en el periódico, superaba en belleza, trabajo e indecisión femenina a su rival. Jorge, poseía valores tan válidos como los de ella, pero algo más estables  y maduros, dado los veinte años de demasía que colgaba a sus espaldas.

 

Jaime llamó a Paula, su complicidad había sido infinita en aquellos once años. Era Nochebuena, nevaba en el exterior de aquel ático. Llamó a su mujer, no podía volar a casa, se verían en Navidad, el aeropuerto estaba cerrado. La noticia, no por sospechosa, no era diferente.

 

 Se quedó solo con Paula. Su deseo equilibrado, soportado y mantenido a raya, se había desbordado en el estudio de pros y contras. Sus cuerpos desnudos se mezclaron en un sillón posmoderno. Jaime sabía de la tendencia y la aventura de Paula con idéntico sexo. Sabía que pretendía adoptar un niño con ella, pero la deseaba o tal vez pretendía como siempre estudiar, su personaje favorito.

 

Se metió en sus ojos y en su cuerpo, juntando dos pieles. Su sujetador desenganchado, rehabilitaba la juventud de Jaime, sus curvas vigorosas, su tanga no escondido por suéter, le hacían vivir el sueño, arrinconado durante tanto tiempo. Fueron un segundo de un millon de vueltas de reloj, con el desenfreno de un orgasmo paulatino que envidiaría hasta la más urgente ansiedad desgastada en un momento tan inmediato como preciso y bello.

 

A la mañana siguiente, muy temprano, subió con un par de rosas y el desayuno. Le explicó  a Paula, sus intenciones, dejar a su mujer e irse con ella, vivir los tres últimos meses de su vida a su lado. Paula, se mostró tirante, su deseo, su “amor” desbocado, se tornaba en pereza y batalla ganada. Se negaba a cumplir lo que Jaime, “enamorado”, le pedía. 

 

Jaime, jugó a salir de aquella situación, se marchaba sin dejar claro, a quien elegiría. Antes de salir de aquella oficina le contó a Paula que en su email habían aparecido fotos de la noche anterior, grabadas por Jorge y sus cómplices de seguridad .  Tendría que dejar la subdirección a Jorge, para  que aquel affaire quedara entre las cuatro paredes de aquel edificio.

 

 

En ese instante, la devoradora, calculadora y de corazón frío salió de su madriguera. Paula le obligó a firmar un papel, donde confirmara su elección , le importaba un bledo Jorge y sus chismes dentro del periódico, pero creía que a Jaime podría dañarle su entorno familiar, tanto como para caer en las garras de su chantaje.

 

Jaime parecía salir decepcionado de su despacho. Firmado aquel papel en blanco para Paula, parecía embargado a ser marioneta de su escalón inferior, sin embargo, había elegido, cumplido su deseo y percatado que en aquel bosque de hienas, Paula, era el personaje ideal para seguir en su ático, sin miedo a caer, era esa barra de hierro que no se doblega, que mata por su primer principio y vive ajena al mundo, en la sombra de sus valores prioritarios.

  

La psicología de Jaime y su instinto había vencido. En una batalla de testosterona, la endiablada velocidad de pensamiento había matado al instinto primario. La mesa de dirección del periódico, tenía una carta, cuatro días antes de Nochebuena  encargándole la dirección del periódico a Paula. Jaime, había pedido que ella no fuera informada hasta después de Navidad. Las fotos no existían. Jaime había conseguido el mejor "padre" para su más amado hijo, su periódico.

 

Karlos@ 

EL DESTINO DE OLGA

Semana 46. 14 Noviembre 2074. Hoy es miércoles, volví a nacer hace siete días.

 

Mi nombre es Olga, fui criogenizada en el año 2057. Mi muerte se produjo por cáncer severo Grado 8, que invadió todas mis células. Uno de los pocos tipos de cáncer que permanecían sin resolver hace diecisiete años.

 

La medicina del futuro ha sido capaz de reanimar mi organismo crionizado. Mi enfermedad ya no existe, es historia, como los dinosaurios, mi pasión infantil.

 

 Mi personalidad, identidad y esencia de mi persona ha sido criopreservada.

 

Los límites legales que impedían la criogenización así como la necesidad de una muerte clínica para poder proceder a ella, habían desaparecido en el año de mi muerte. Mis tejidos y órganos se encuentran en perfecto estado, los criopreservadores no los han toxificado.

 

Mi edad es cero o treinta y cinco años, la edad real cuando se produjo mi muerte. Nací el año 2022.En la actualidad, no existe estado civil , cuando fallecí no tenía pareja ni hijos, mis padres habían muerto, y mis hermanos nunca accedieron a este proceso. Temor o cobardía, les impidieron llegar a firmar nunca el testamento crio-vital.

 

Mi  memoria, la que determina en la mayor proporción qué y quiénes somos, ha permanecido intacta. Según los estudios médicos no tiene sentido reanimar un cuerpo amnésico. Preservar las estructuras cerebrales que contienen está información, es el objetivo último de la criogenización. Criopreservar el cerebro: neurocriogenización, somos sin duda, nuestras neuronas, esos “hilos” que pueden contener más información que aquella Nube del pasado, ahora tan obsoleta como un Tyrannosaurus Rex.

 

Hoy, he sido informada  de la disponibilidad de conocer mi destino. Se ha conseguido, a través de un gen que almacena todos los datos sobre mi futuro. 

 

Estoy en la sala de videoconferencia, la velocidad de las imágenes y datos,  es de un año en cuarenta y cinco segundos. En este momento, estoy en el año 2057, moribunda en una cama de hospital, balbuceando he pedido la desconexión vital y comenzar la criogenización.

 

Fundido en negro. Treinta y cinco, treinta y seis, treinta y siete segundos… mi futuro va a comenzar. Mi destino está en marcha. He apagado la pantalla.

 

Prefiero jugar a vivir.

 

Karlos@


PROFESOR KARAMBA

 

Salí del trabajo, hastíado, hasta la laringe de rutina.  Camino de casa, la misma hora, la misma versión de los hechos, coche al parking y mi cuerpo a bendecir el veraniego crepúsculo que ya caía sobre la ciudad.

 

De repente, se cruzó, un hombre de color, me dejó un papel, me resultó extraña la situación.


-Vidente africano, Profesor Karamba,  predice su futuro. Llame. Si está cansado de su trabajo, de su pareja, de su vida. No deje de llamar. *****478

 

Llamé, sin llegar a casa,  me citó media hora después, lo que tardé en  llegar a aquel antro de habitáculo. Estaba en el barrio “senegalés”.

 


Me extrajo cincuenta euros y los pagué sin ningún tipo de excusa, pago por adelantado.

 

-  ¿Amor, dinero o salud?- me preguntó en su idioma afrancesado.

-  Amor- le contesté, no sé porqué.

-  Sigue un 14, no es un número de lotería, algo con esas cifras se va a cruzar en tu camino- me dijo, con una seguridad pasmosa.

 

Media hora después y tras la consiguiente excusa-conversacion con Amparo, mi mujer, cojí mi coche, no sin antes revisar  todos los portales hacía el parking.

 

Arranqué mi coche y salí. Un Jaguar Xtype, se cruzó con un bocinazo que casi deja sorda, la multitud agolpada en la terraza del bar.

DMX-1414, era la matrícula, le seguí. Mis ojos se cerraban, esperaba que el camino no fuera demasiado largo, cogió la autovía, carretera hacía Andalucía. Después de 278 km, dos horas y cuarenta y seis minutos, una parada en carretera en la Venta del Pobre, dos miradas cruzadas saliendo del baño y  llegamos a Granada.

 

Morena, pelo azabache y corto, ojos para mirar la extenuación y no conseguir saturarte de ellos. Mis palpitaciones subían tanto como mi sueño.

Llegamos a un portal número 14, de la Calle Generalife, según rezaba en aquella placa, no bajó equipajes, volvería a por ellos, era el momento de explicarle mi paranoia.

 

Lo hubiera hecho de no haber bajado con ella, otra chica de pelo azabache igual que ella, un poco más largo, una camiseta que transparentaba la forma de sus pechos. Una maleta, una mochila, un salto, un abrazo y su boca lamiendo los labios de mi “amada” .

 

-          Maldito vidente- me salió de lo más profundo. Entre odio, sueño, cansancio y desilusión. Maldito yo, que deseaba creer en algo y me lo colocaron en bandeja de plata.

 

Volví a casa, la rutina no había despertado, seguía con un concierto en do mayor. Al día siguiente, mi apatía y yo conseguimos amanecer.

 

Karlos@ 


ALICIA, MI ALTER “EGO”

 

Soy Alicia, mi altura es 1.79, mi perfume es Aidalai de Channel , no por intentar  parecerme a Natalie Portman, ni a su fotograma matemático y seductor, que me bombardea cada diez minutos desde la caja tonta, sino porque desde pequeña, mi madre me inculcó, a tener sobre mi cuerpo de lo bueno, lo estupendo.

 

Las cremas que rodean mi piel, aparte de las manos del varón que a tiempo discontinuo protege mi cuerpo,  son de Sisheido y Germaine de Capuccini y cómo has leído mi nombre no es Tamara, ni mi conversación tiene nada que ver con ella.

 

Se me olvidaba decirte mi peso, 56kg, el peso exacto para mi altura, según Google. No voy a ir a Cibeles, ni a la pasarela Gaudí, pero me puedo introducir sin aceitar mi ser en una 34.

Mis pechos llegan a la altura y posición suficiente y natural de seducir a un hombre sin temor a plastificarme jamás.

 

Vivo en un piso de alquiler, de 56,35 m2 según contrato, con dos habitaciones decoradas a base de imaginación que no de revistas, mi kiosquero favorito, al que saludo cada mañana, recién salida de la ducha, me ha ofrecido toda su vida, Nuevo Estilo, Habitania, Vogue House... pero creo que la creación independiente y de autor me hechiza.

 

Me gusta Darín, me muero por los ojos de Clooney, por su pelo plateado, me encandila la posibilidad de hacer lo que me dé la gana, sin pedir nada a nadie y me sugestiona la hora de no vivir, que no de morir. Amo cuando se alza el telón y aparecen mis alter ego en lo masculino, Miguel Ángel Solá o El Brujo, el humor de Yllana o la voz que acaricia mi cuerpo, cuando habla  José Mercé en el Teatro Real, lo vi hace unos días y mi vello sigue aún de punta.

 

Esta soy yo. Hoy he quedado con David, llevo cuatro meses hablando con él, por esta pantalla, donde escribo ahora. Al principio, me planteé embelesarle, pero me cautivó absorberlo, dominarlo, hacerlo una marioneta de mi humilde capacidad. 120 días con mensajes de allá para acá y ni un washapp, odio ese método, soy de la escuela antigua.

 

No tiene ninguna imagen de mi ser ni de mi rostro, pero cada día que pasa, siente una atracción superior, por sentir mi cuerpo húmedo, por robarle  un beso a mi boca, por estar un segundo cerca de mis manos. Yo sí le conozco, me ha enviado un book que ni Bradley Cooper, aunque su belleza dista años luz de éste.

Se divorció, justo hace cuatro meses, un día de Enero, justo una semana antes de empezar nuestras conversaciones. Una mujer entrada en kilos, vetusta que no mayor, como él la define, sin imaginación, ni creatividad alguna. Aburrido hasta la saciedad, decidió ponerle fin a aquel “desastre”. Nunca le fue infiel, aunque sabe que no ganaría nada, si me lo contara.

 

Plaza Santa Ana, estoy sentada junto a la estatua de Lorca, frente al Teatro Español. Acabo de llegar, media hora tarde y después de repasar concienzudamente, el póster de La Venus de las Pieles, con Clara Lago y Miguel Ángel Solá.

 

Aún sigue allí David, ensimismado en un escaparate, detrás de unas gafas de sol y una camisa horrenda. Mi ex marido siempre vestía así y estoy viendo que después de cuatro meses, lo sigue haciendo.

 

 Os dejo, voy a presentarle a Alicia…

 

Karlos@

 


HOY : DESTINO.


Viernes 14 Noviembre

11.02 Sonia> Me parece que tengo tu móvil en mis manos. Café Dalí, Pasaje de Chinitas. Hace unas dos horas. Taburete. Traje encorsetado rojo, cabello moreno. Te pediste lo mismo que yo. Estoy en el aeropuerto de Málaga, voy a Barcelona, tres días, lo necesito muy urgente, dime como podemos intercambiarlo.


14.05 David> Lo tengo, Sonia. Acabo de parar en una gasolinera y he mirado tu mensaje. Bonitas fotos las de anoche, te queda genial la cortina transparente del baño, sobre tu piel desnuda.


14.15 Sonia>Acabo de hacer un selfie y mandarlo al móvil de tu mujer, ¿es ese que pone “my love”?. Nos llevamos viendo cuatro meses, cansada de ti, lo pongo en su conocimiento.


15.17 David> No te imagino capaz. Gracias por dejar la contraseña de la tarjeta que tienes en la cubierta de tu móvil. La llevabas en notas 171717, muy sencilla, me han avisado del banco que acabo de disponer de 500 euros, aunque ya lo sabía.


15.20 Sonia>Eres un mamón de mierda, te denunciaré, te joderé hasta la médula, no me conoces aún. ¿Dónde estás? Dímelo o llamo a la policía inmediatamente.


15.55 Sonia>Contéstame. Eres un cabronazo, no se te ocurra hacer nada con las fotos, no las envíes a nadie. He bloqueado mi tarjeta. Y tu mujer, te ha contestado. Si quieres saber lo que ha puesto. ¿Dime donde, estás?


19.05 David>Estoy en Barcelona, igual que tú. Las Ramblas, frente a la Boquería. ¿Cuánto tardas? Tengo una reunión. Hotel Olivia Eugenia, Plaza

Catalunya en veinticinco minutos.


19.07 Sonia>Allí estaré. ¿Como sé quién eres, tendrás el móvil en silencio?


19.14 David>Te reconoceré si llevas el mismo traje que esta mañana, si no es así, envíame foto.


19.19 Sonia> <<Foto>>


Llegó a la puerta del hotel, mirada de leona fuera de su guarida, alta hasta saturar mi estatura. Sombra oscura, de tacones a cabello, increíblemente bella, no tardó en extraer de su boca, todo el vocabulario soez y vulgar que había aprendido desde tiempos remotos.


Se acercó, ofreciendo  mi móvil, mientras su voz se iba tornando tenue, …me comentó que eran mentira los mensajes que mandó a mi esposa - mujer que no existía, por cierto-  y  que era un pendejo por haber visto las fotos y utilizar su tarjeta de crédito.


Cogió su móvil y salió sin despedirse.


19.45 David> No hice nada con tu móvil…a menos que me dejes tu vida a partir de ahora. Si el destino te ha puesto sobre las teclas de mis manos, solo te pido que me abraces, me dejes tu boca y le dejemos que el siga escribiendo.


21.05 Sonia> Termino de ducharme y salgo, Ha sido un día horrible. Espero que acabe mejor. DOS PALILLOS. 22:15 reserva tú.


Aquel fin de semana, fue mi vida, cuando terminó, cogió mi móvil, borró su número. Me besó en el aeropuerto y se despidió.

 

 Domingo 16 de Noviembre

11.05 Sonia> Hasta que el destino me devuelva a tu lado. Si te amo, tanto como estos días, debe hacerlo, pero es él quien debe decidir. 


Karlos@ 


BUENOS DIAS, MAMA


-          “Mamá, por Diosssss, no me vuelvas a tirar las pinzas en la cocina, sabes que me acojonaste anoche, está bien que te enfades, porque no haga lo que tú quieres, siempre lo has hecho, pero, joder, no me pegues esos sustos”.

 

No es que esté en la crisis de los 40, sino casi en la siguiente, aunque no llego a algo así como  el típico abuelete “juvenil”, depauperado por el tiempo, con soltura en kilogramos varios y botox hasta las pestañas, pero sí que mi corazón no palpita de la misma forma, ya sabes que la experiencia es un grado más de calor, un peso más… aunque una mente más despierta.

 

-          “Esta semana corremos en La Manga, te lo digo, por si no te acuerdas, ya sé que tu memoria nunca falla, que eres como la CPU que tengo delante, pero por si las moscas. Son solo 10 kilómetros, así que hazte un buen estreno, para acompañarme el domingo”.

 

Si te cuento lo que me pasó anoche, alucinarías, sentí que me apretabas el dedo gordo, fuerte y enroscándolo, como tuerca y tornillo, y tu cara de mal genio, esa que se te pone, demasiado a menudo,  pero como siempre hacía dentro, no te preocupes, que el domingo te lo devuelvo.

Sé seguro, por lo que era, nos entendemos perfectamente, somos idénticos…” que si no voy a las comidas con la familia, que si no me junto con ellos, que si pongo malas caras, cuando les veo y bla, bla, bla...” vamos tu monserga de un tiempo a esta parte.

Sé que por todo eso, estás más lejos, más ausente…que ya no me acompañas tanto, pero has de saber  que yo no quiero terminar mi vida como tú, cansada, agotada, harta de intentar unir polos opuestos, entiéndeme por favor, me agoto, me aburro... como dicen por estos lugares, no tengo el cuerpo, para farolillos.

 

Mi tiempo es mío, llámame egoísta, pero no soporto reuniones sin fuste, “trepas” a mi lado, conversaciones estúpidas, envidias hasta en la sopa, personalidades a prueba del alambre más fino, no y mil veces no, te quiero como nunca, te siento como nunca, me ayudas como nunca y  quiero ser como nunca, ser como tú pero a mi manera.

 

Te echo de menos… no sabes hasta que punto y coma incluida, pero bueno, el domingo nos vemos, prepárate a ganarme, lo vas a tener complicado y gracias por lo de Melilla, no hubiera llegado a correr los 50 kilómetros, si no me hubieras empujado al final, ya sabes que mi medalla es tuya y mi vida también. Donde estés y como estés te quiero como siempre.

 

Karlos@ 


17 RAZONES PARA VIVIR


Después del aciago día de ayer, he vuelto a pisar la calle. Cuando he salido pasaba el bus, el número 17. He cogido mi coche, como siempre el semáforo rojo. Al lado la abuela sordomuda vendía los números de la ONCE, he aparcado y le he comprado el mismo número del bus, el 17. Esta mañana he salido a las 7 y la reunión más importante que tengo esta tarde, es a las 17 horas.


He seguido en el coche, un camión me ha adelantado de mala manera, detrás venía escrito en letras grandes "Laura, mi amor", que casualidad, hoy viene Laura a visitarme, la reunión es importante, depende de ella, el futuro de mi negocio. Mi cuentakilometros marca 288317. He mirado en el móvil el mensaje de Laura, sú numero termina en 17. La operación que tenemos pendiente oscila en diecisiete millones aproximadamente, seguro que todo sale bien.


Me quedan dos kilómetros para llegar al trabajo, la cola es insufrible, creo que me saltaré el semáforo, hoy es mí día.


Os hablo desde aquí arriba, a lo lejos puedo ver el periódico de la ciudad, en el kiosko de mi barrio.


- "Muere un conductor en la redonda de Palaciegos,17 al saltarse el semáforo su vehículo, un coche rojo con matrícula 01717, que conducía L.M.N (Laura Martinez Navarro), arremetió violentamente contra el, causándole la muerte instantánea al conductor. El atestado fue levantado por el grupo 17 de la Polícia Local, que precisamente patrullaba en el lugar de los hechos".


Cosas del destino, ahora vivo en la fosa 17 del cementerio de mi pueblo, desde el día en que mis herederos, tuvieron la fortuna de encontrar en el bolsillo de mi ropa el número agraciado en el sorteo de la ONCE. A veces el destino juega contigo y en tu contra, otras te da 17 razones para morirte y no de risa.


Karlos@


GASTREANDOTE

 

Hoy te tengo a ti para no despedir el día indefinidamente, con carga no anodina, demasiado ángel para tan poca mente despierta. No gano para bostezos y con menos ganas de laborar que de morir.

 

Si sumo lo que tengo, una sonrisa y una boca, con la que me besaste, aun me pierdo en ella, tus pantalones de camuflaje, tipo Rambo, como no, en uno de estos multitudinarios Gastrobares de la zona, que mezclan mojitos en vaso, con rucula, fresas y una salsa de mostaza.

 

Con una mirada, me dejaste como el Moisés de Miguel Ángel, un trozo de mármol pétreo y a flor de piel, con la sensibilidad de un corazón tendido a la orilla de cualquier planeta.

 

Entré al baño, tus dientes no solapados por tus labios, tu tez morena, tu cuerpo delgado, tu pelo rizado y recogido… y tú, me atrapasteis en una red antisocial e individual, donde ni la locura hubiera podido engancharme.

 

 Mientras jugaba al enceste con tu wc, aunque sé que no eres la propietaria, lo único que soñaba, era encontrar tu boca al otro lado del pestillo. Y mira, por donde, a veces los sueños salen de un water. Hablamos el mismo idioma,  deseamos lo mismo y nos apasiona el mismo instante, ese donde aún retorno, encogido y aporreando mi almohada, para que me devuelva tus labios.

 

Tu boca, no sé como definirla, tanto como me resulta difícil encontrarte, con tanta red social que me atrapa, pero no me lleva. Espero algún día que el destino te devuelva si el puñetero azar lo deja. Por lo pronto, tengo una foto de ti, estás con más gente, sin etiquetar, no ha habido un tonto que piense en mí. Te he recortado, pero ni así la imagen me devuelve tu nombre. Solo tu rostro y tantas cosas y sentidos, como puedas sospechar.

 

Te quiero, simplemente te amo hasta volver a comer un millón de veces a tu lado. Quiero volver a tenerte, aunque sea en la distancia de un bocado, un bocado ahogado en la realidad de un gin tonic, que pase de tu cuerpo a mi lengua y salive mi ser.

 

Quiero despertar en tus labios y tirar de la cadena el resto para fluir contigo. Vuelve pronto, necesito otro trozo de ti y tal vez la vida entera. 

Karlos@ 

 


PABLO Y ALMA

 

Pablo era todo, intuitivo, inteligente, interesante, diferente a la época que le había perpetrado un atraco para vivir. No se ajustaba a ningún canon, porque no era adaptable a nada, y sin embargo su corazón era flexible a todo. A veces las contraposiciones como los polos, son almas gemelas, pasajeros de un mismo cuerpo sin idiosincrasia alguna ni políticamente correctos.

 

Sus sueños, sus creencias en el destino, su modo de pensar, de reflejar sus latidos, sus sumas y sus rectas, esas que decía que ni una realidad ni un sueño podían sacar de sus casillas, de esos renglones no torcidos de su destino, que veía como el amanecer, cada día.

 

Todas las mañanas me acerco a el, a ese vulgar rincón donde nunca está, donde siempre sale a pasear, cuando se precia la mañana, desde que el puto cáncer se quiso quedar, por egoísmo, a su lado para siempre.

 

Odiaba ese signo y ese signo fue quien lo mató, quien se lo llevó de esta vida a la otra donde reside ahora. Sé que se habrá buscado piso en una chalet con vistas al mar, ese mar que amaba hasta la médula de su alma y andará fisgoneando todos los rincones de su nueva casa.

 

Recuerdo sus sueños, esos sueños que repetía a todos los que le queríamos. Aquella melena morena que le abordaba cerca de su orilla, con la bruma y la niebla por testigo, su nombre que bordaba las dos A y su bata blanca de enfermera, una y otra vez incansable, lo repitió hasta morir, ese sueño al que no le dio forma en lo real.

 

Nunca pronunció nombre, alguno, pero sabía que el amor de su vida, llevaba esos ingredientes, la blanca sombra de la belleza de curar en vida y el nombre de una mujer vestida por dos veces con la primera letra del abecedario.

 

Hay una mujer, morena, con pelo liso, que acude permanentemente al nicho que sigue al de Pablo. Frágil como una pluma, con rostro adornado por una prematura vejez, que no acompleja su belleza. Al irse esta mañana, Pablo me ha obligado a que me acerque a ese trozo de mármol que desvela las lágrimas de aquella mujer.

 

-          Familia Severo Estanys, grabado en letras plateadas, sin otro nombre, edad o años de quien protege.

 

Mi curiosidad se ha vuelto casi urgente, esta mañana he esperado a que llegara, le he preguntado  con la mínima expresión de fisgoneo y con delicado esmero, quien era el motivo de su llanto y de su pena.

 

-          “Mi hija, murió hace dos meses, de forma repentina, una mañana no despertó después de un infarto. Es bella, deportista, educada – sus adjetivos no paraban de vivir en el presente- lo que una madre siempre hubiera querido tener, y ahora no está, al menos tanto como yo desearía, porque sé que la llevo dentro de mí ” contestó, mientras se encendía su rostro.

 

 

Siguió sin tragar saliva, como quien quiere vender una moto, ya vendida, sabía de lo que hablaba y quien la escuchaba, nunca encontró mejor comprador y vendedor.

 

-          “Era como yo y eso es lo que me salva, me protegió siempre, me amó como siempre quiso, pero nunca formó una familia. Era tan generosa, que me amaba hasta la saciedad, desde que faltó su padre, hace veinte años, estuvo por su trabajo y para mí. Trabajaba de enfermera en el mismo hospital que siempre ejerció su padre. Con solo 33 años, le quedaba todo por delante, ahora tengo que luchar por hacer sus sueños, realidad. Por eso la tengo en mis venas, la siento en cada latido, en cada respiración, abrazada a mi ser, para ser lo que ella quiso y cuando la siento, mi cuerpo sonríe”.

 

Como se llamaba, le pregunté entre un temblor y un escalofrío, se mezcló entre mis neuronas, el sueño de Pablo y las palabras de una sensible pero madura perfección que despedía aquella mujer.

 

-          Se llamaba Alma.

 

Imagino a Pablo, dándose la vuelta para mirarla, sus cenizas acariciando el cuerpo de Alma, amándola como el solo sabía hacer.

 

Dice el conserje del cementerio, que por la noche oye ruidos entre los nichos , leves suspiros que se mezclan con la luna, que aman por encima de la vida, de esa vida que ahora tiene dos soñadores, que se aman como siempre quisieron hacer.

 

Dos amantes empedernidos, que ni la muerte, rompió el hechizo de ver sus cuerpos no separados por el mismo aire, se besan, se columpian en una esfera que solo ellos, saben definir, y cuando termina el día y la noche se mece, ellos la acunan, amamantando los sueños de nosotros y la realidad que juega con sus manos y se parece mucho a esa cosa, llamada vida.  


Karlos@

 


A RATOS

Me dejas un rato de tu vida, un rato en un alambre que no desconcierte, que concierna solo a nuestros sentidos, con las neuronas tan claras como esa otra parte del huevo, con el vértigo de una cuerda entre dos precipios, el principio de tus pezones y mi lengua lamiendo la última gota de tu leche materna.

 

Me quedo en tu infinito y en esos ojos sin color, porque los tienen todos, en esa marea inmensa que nunca ofrece nada que no sea nadar contracorriente, contra lo tóxico y la rutina, en ese orgasmo que ni Wikipedia pudo definir.

 

Me quedo entre tu boca y tu sexo, de alquiler permanente hasta que llegue la otra luna, esa que nos haga desviar la atención. Y en el montante de esta operación relleno mi vaso, hasta la gota que colma la inmensa felicidad que se despliega entre mis ojos y esa nuca que consigo besar cuando te tengo.

 

Me lleno de ti y de la vida, que eres tú, sobrepasas lo que pasa cuando no estás a mi lado, conjugas todos los verbos, hasta la palabra que no conseguí nunca pronunciar, me vacías y  me pintas, me dibujas y me entretienes, me matas y me das vida, me envuelves de regalo y me regalo a tus pies, con el anillo de oro blanco con el que anudas mi vida a los latidos que despides mientras te lleno de mi cuerpo.

Karlos@


17777-DWX

 

No bajes la ventanilla, te veo, veo tus piernas acongojadas por el acelerador, con medias de un estupido negro, que no llegan hasta tus ingles, veo tu intimidad cubierta de malva y de besos de la noche anterior.

 

Saliste rápida y no te alcanzó la lluvia de la ducha ni el gel. Veo tu historia, la de anoche no, esa aún está como tus tostadas a medio hacer, la de toda tu vida, la de esa que dibuja tu pelo alborotado sin visitar peine alguno, una especie de chorro cansado de agua y poco más. Veo tus dedos cubiertos de anillos de plata y oro blanco, esos que me llenaría de morbo, dejarlos en tu mesilla, antes de desnudarte.

 

Contemplo, tu camisa, aún por ajustar, un poco arrugada como de costumbre, hoy rosa y blanca, a cuadros tan pequeños que no cabría un alfiler. Te has propuesto dejarme ver tu sujetador a juego con tu tanga, es bello y carnal y lúbrica mis neuronas, hasta temperaturas mas altas de las que marca la calle, a las siete treinta de este 14 de Noviembre.

 

Observo tu piel, ese folio en blanco por escribir, sátira y disipada, como salida de un erótico romance de noche y media. Tu lunar entre tu cuello y tu clavícula equidistante a tu barbilla, en un punto desconocido para mi GPS. Te miro concienzudamente, me da igual tu matrícula, la apunté ayer 1777-DWX, hoy te observo a ti, no quiero más, antes que amanezca, quiero tener tu sombra bajo mi mirada, tus parpados secuestrados y tu boca enganchada a mi lujuria, quiero desearte tanto que te haga bajar del coche, como hipnotizada, llegues a mi lado… y entonces me marche, para que mañana te siga deseando como hoy, cuando te miro. 

Karlos@


TE DENUNCIO

 

Sé qué terminaré denunciándote, desgastando tu piel, no puedo más, sabes que eres mi alma y mis pies, que me besas cuando te da la gana, que me corro a tu lado cuantas veces te deseo y por alcance me deseas aunque ignoro tus ganas.

 

Cada noche, me pones crudo y me asas de calor, bailamos tango como dos alambres encogidos, sin aire, con el mundo por montera y la vida entre mi sexo y el tuyo. Me matas o me muero por ti, no sé donde empieza el orgasmo en el ático de tu boca o en el sótano de tus labios.

 

Al amanecer te vuelvo a tener, te tengo a todas horas, te desnudo adormecida con olor a sábana, te pongo Chanel, y te engalano de medias no tupidas y un precioso tanga. Quisiera que fueras tú, quien está al otro lado. Enciendo el semáforo en rojo y me quedo mirando, despacio muy despacio, como anoche me tocabas. Infinitos segundos y te quieros.

 

Te dibujo un corazón sobre la humedad del cristal, donde mis labios se pegan y esta vez, por fin, me has mirado, ojala fueras mi sueño, y esta noche, te acostaras a mi lado. 

Karlos@ 


NUNCA OLVIDO

 

Nunca olvido el placer de descolgarte de tu sujetador, de traer tus pechos al rincón del aire, donde mis dedos clandestinos se concentran en el circulo concéntrico que queda erguido al paso tibio de mi pareja de meñique y pulgar. 

 

Nunca olvido prolongar el corazón que sustenta el resto de seno donde se cobija mi lengua, con el rastro ambicioso de una saliva que se muere por allanar la sustancia mas intima de mi ansiedad.

 

Nunca olvido codificar mi mente al precinto que teje tus cimas con la proposición honesta de mi libido concupiscente. Mi anhelo queda relajado, y mi calma modifica el ardor por el fuego que derrite el hielo.

 

Me olvido de todo cuando te deshago de tu ropa, me desnudo de rutina, me dejo mi talante disciplinado en la senda de tu cuello, y me arrastro para hacer enloquecer las papilas gustativas de tu olfato. Me desenfreno sin riesgo de multa, y cojo metro sin billete de vuelta, camino de tu sexo.

 

Penetrar hacia nuestra soledad es producto de la multiplicación de los afectos con la ecuación de las caricias, sobre el co-seno de de tus ingles, con la privacidad de imponer los sentidos a los trazos del destino. 

No me apremia abrir tu puerta, pasar dentro, ver la lluvia mas cerca, y querer que desafíes el volumen del silencio. No persigo la vida a tu lado, me siento tan cerca de ella, que paseo por la misma calle. Llévame dentro de ti...y me quedo.

Karlos@


TUS LABIOS

Hace un día espléndido, has salido tú, con tu rubio agitado, con tu melena entrelazada con la próxima luna que cae a las tres de la tarde, con la metamorfosis de mi yo y tú sombra.

 

Hace una tarde, para perdernos, para escondernos del mundo, debajo de tus sabanas, entre tu perfume de Channel y el color de tu piel, entre las medias negras en absoluto tupidas y el vértigo de tu sexo.

 

Hace una noche para ti y para mi y si quiere el tiempo, que se olvide de amanecer. Quiero encontrarte en la calle que elijas, hacer un soneto de veintiocho versos, los catorce que deseas y los sin numero de orgasmos que quiero provocar en tu ser, si quieres, me miras, me besas y te quedas conmigo, el resto es la suma de las ecuaciones que quiero resolver entre tu intimidad, mi sexo y tus labios mojados por lo que despides cuando llego. 

Karlos@


TE ESCRIBO...

 

Te escribo hasta el fondo de tus pechos, detrás del lunar almibarado que denota tu piel y esconde la epidermis que lleno de mi boca cuando te beso. Te escribo sin folio ni papel, de viva voz, como los estandartes no oscarizados que pisan las tablas.

 

Te escribo solo y embadurnado de no se que espécimen que cuelgan de mis manos, no es el mismo que en mi llegada, pero me dijeron sin temor ni vergüenza, que ahí quedaba eso.

Te escribo con consonantes intercaladas, con kit y con kat, que aún no se que trozo ocupan de las horas que paso al día cuando te estoy escribiendo. Te escribo entre letras que compongo para decirte lo que siento, que como sabes no es nada, si lo comparas, con lo que dejo en tu boca cuando te beso.

 

Te escribo sin temor a equivocarme, a volcarme en un tsunami que ni yo mismo comprendo. Te escribo con las palabras injustas que me deletrea esa alma, que vive conmigo y que nunca veo. Te escribo desde ese infinito donde pueda llegar mi muerte, ese que no me entiende ni entiendo.

 

Te escribo porque no pienso, si pensara, no sé ni imaginar lo que llevo dentro, por eso lo hago sin estilo, sin prosa ni poesía, tan solo con el alma, que en vilo pulula por tu sexo, ese que me jode no tener, y me da la vida, cuando de ti estoy dentro.

Karlos@ 


VERO14

 

Y el hambre paseaba por la ciudad, a través de todas las tuberías posibles, la pobreza y la hambruna hacía estragos, venas y arterias maltrechas por los días pasados, sin que nada llegara a su boca, vacío como un hueco tan profundo que ni los monzones podrían llenar su alcantarillado.

 

Había pasado cientos de horas sin comer y un millón de noches sin poderse llevar algo caliente a la cama. Sus huesos palidecían profundamente, a prueba de las águilas carroñeras, que recostadas en las calles, dejaban vacante su demanda de alimentos, tanto un lunes como un viernes cualquiera. Sus nervios se lo comían por dentro, no dormía, no conseguía cazar los sueños, esos que de pequeño se agolpaban en sus neuronas.

Su apetito se regocijaba y su gula había perdido la capacidad de sorprenderse.

 

Aquel dieciséis de febrero, se despertó precipitadamente los ruidos del piso de abajo, le habían arrojado de las sábanas, los gritos y los muelles carcomidos por el tiempo, le habían derribado de los tenues y poco musculosos brazos de su Morfeo particular. En el 4ºA, el hambre, no existía, sentía envidia de ellos, gordos y relamidos, ausentes de carencia alguna, se pasaban todas las noches engullendo con su voracidad insaciable y su avidez por proporcionarle un concierto de metálica a su vecino “preferido”.

 

Con el cuerpo sudado y tambaleándose por el ron que absorbió la noche anterior, se dirigió a la mesa de su cocina, buscando algo que comer, algo que llevarse a su boca, en ayuno de insatisfacción. Puso su índice sobre su ordenador, cansado y sin apenas batería, su pantalla se iluminó. Vero14 le había enviado un bocadillo:

 

- “Mujer arquitecta, desea desconectar de su trabajo, para que realices tus proyecciones, en curso. Terreno en estado inmejorable y sin limites de edificación. Calles anchas preparadas para cimentaciones vigorosas. Se valora imaginación y creatividad, no importa el tiempo que haya permanecido en paro.

 

Si estás interesado comparto ubicación de obra”. Sus tripas salieron a flote y el retintineo dental, fue la alarma de su nueva vida, esa que acababa de empezar a construir.

Karlos@


INQUIETANTE

 

Me alarma lo que reproduces en mi mente, en ocasiones no se si te penetro o me traspasas, me confundes o me acongojas. Es temible sentirte, volver a recrearme en la puntilla de tu tanga malva, descargarme por completo de mí y quedarme contigo.

 

Consigues turbarme, me paso el día peinándote, repasando tus labios, coges el copyright de mis neuronas y trazas una trenza que ni un segundo consigo romper. Me has hecho destrozar mis horarios, dejarme la puerta cerrada con las llaves sobre mi cama, salir despeinado con olor a edredón, a mí que me precio de ser la curiosidad enlatada de LOEWE.

 

Me traduces lo que no entiendo, hasta idiomas que nunca hablé, mueves mis hilos con la certeza de no hallar marioneta más precisa donde dejar tus manos. Me muero por sentir la yema de mis dedos bordeando la marea de ese sujetador rojo que te colocas cada martes, como un reloj suizo de pulsera inoxidable.

 

Reconozco tus rutinas, tus hábitos y tus vestidos, tu cara soleada y de lluvia, de mí no creo que tengas nada, o al menos tan solo el equívoco mío, de traerte a mi realidad que no es tu sueño.

 

Me quedo con tus ojos y la hora que mi despertador me alarma, para gozar de tu mirada, en ese ascensor que a ti te lleva al sótano y a mí, al infinito. 

Karlos@


ALMAS GEMELAS

 

Dicen que las almas gemelas pululan en la tierra, que no almacenan encuentros sino sentidos, que se hacen duras al destino, que procrean historias donde hallarse y las hacen realidad, recorren sus puntos equidistantes sin temor a encontrarse, un día cualquiera y a una hora escrita con letras que nunca se acaban.

 

Laura y yo, nos moríamos con el tiempo, entrelazados en el metro, intentando solapar con mentiras y engaños, sexo salvaje y romanticismos que habían enviudado de días mejores. Vagabamos en el metro, línea 2, destino Banco de España, otra vez en el Thyssen, otra vez los impresionistas, esta vez norteamericanos. Como siempre nosotros y la rutina que nos había embargado las cuentas en numeros entre rojos y malvas.

 

Y frente a mi mirada, ella, ojos multicolores que hubieran hecho agonizar el arco iris, mente despejada, pelo azabache, sonrisa profunda, envidia para el infinito y manos bañadas a duras penas por el tiempo.

 

Como un fotograma perverso, me quedé anclado en ella, no era un flechazo, un momento, un instante, sino un universo, imposible de idealizar para la mente mas creativa.

 

Salí con Laura, del Museo a las dos, su cartera ya no estaba, había sido pasto de un vulgar carterista. Volvimos a la entrada del mismo metro, en el que habíamos llegado.Había cola, era el día del loco para el guarda de seguridad, por supuesto no había nada. Nos comentó que miraramos en las papeleras, suelen dejarlas allí, después de coger lo que les interesa, nos dijo el guarda, repetitivo como el día de la marmota. Nos pasamos unas horas buscando entre todas las paradas, no encontramos la de Laura, pero sí la de Verónica, la mirada multicolor del vagón. Casualidad o destino, solo sé que me provocó una sonrisa, que ahogaba mis venas, como si de un punto y aparte en mi vida, se tratara.

 

La devolvimos en la entrada del metro, no sin antes, quedarme con el DNI de Verónica en los bolsillos de mis vaqueros. Dos meses más tarde, volví a Madrid, excusa lo laboral, lo real es que quería encontrarla, sabía que tenía que estar, no podía fallar mi intuición. Su olor, sus ojos, el perfume que despedía su alma, la hacía gemela de mis pasos.

 

Laura había desaparecido de mi vida, al regresar del viaje, igual que su cartera.

 

Me paré frente a su dirección, Calle Tetuán 15, 2ºD, buscaba un fantasma, un destino…ni lo sabía, ni me importaba. Dos Martinis y una hora, duró la espera, pasó por delante del bar, una carpeta, pantalones vaqueros, camisa blanca, miró hacía dentro fugazmente, corría acelerada, bajo la tormenta.

 

No me paré a pensar, la seguí, no me preguntes porqué ni como, solo sé que dos segundos mas tarde, tenía sus ojos frente a mí, parada, como si toda la vida hubiera hecho lo mismo, me acerqué a sus labios, sin temor a que sus manos no me acariciaran, se acercó a mi rostro y sin apagar sus ojos, su DNI, se cayó al suelo y la lluvia se encargó del resto.

 

-“Sabía que te volvería a ver-  me dijo con voz entrecortada”.

 

Me acerqué a su boca, paseé por sus labios, una eternidad, un infinito tan efímero como aquel instante, mis manos, se volvieron locas, inquietas con ganas de llegar a todo su cuerpo, su camisa casi transparente por la lluvia, desaparecía por segundos, su sujetador negro, se enredaba entre mis dedos, sus labios mojados por las gotas, pasaban a los míos…solo sé que se puso la luna, amaneció y aún besaba su sombra.

 

Hace tres años, que la beso… como ayer. 

Karlos@